Vancsik no se queda quieto
En Posadas, Misiones, Daniel Vancsik pasa estos días difíciles esperando que todo se normalice. Pero más allá de cumplir con la cuarentena, y fiel a su espíritu inquieto, el “Colo” se movilizó para darle una mano a los más necesitados. “Estoy pasando la cuarentena en casa, muy tranquilo. Por ahora sólo espero con ansias que se habilite el golf para poder trabajar. Vivo en un departamento, así que de practicar, nada. Solamente puedo hacer algunos ejercicios físicos para mantenerme en forma. Para lo único que salgo es para dar una mano con la movida que armamos con unos amigos”.
Lo que comenzó como una forma de ayudar a los caddies y a gente que vive en las cercanías del Tacurú Social Club, creció hasta llegar a zonas más amplias de la periferia de Posadas. “Nos juntamos con unos amigos para ayudarles a los caddies y gente que vive atrás del club. Llamamos a gente conocida que tienen frigorífico o supermercado, y nos apoyaron enseguida. La idea era hacer 400 porciones de comida por semana y terminamos haciendo 1000. Fuimos a barrios que ni siquiera tienen agua, que no están cerca del Tacurú. Ahora estamos entregando 150 platos de comida todos los mediodías en un barrio y en 280 en otro. Uno de mis amigos tiene un restaurant con delivery y se encarga de cocinar, y nosotros conseguimos las provisiones. Dependeremos de que nuestros amigos continúen apoyando. Ojalá podamos seguir con esto todo el tiempo que haga falta”.
Desde hace un año, Vancsik, que en enero pasado cumplió 43 años, asumió la coordinación de las Escuelitas de golf que integran la Federación Regional de Nordeste. “Cuando se hizo el Torneo Nacional Junior 2018 en Los Lagartos, noté que teníamos pocos jugadores en relación al resto de los chicos que venían de otras regiones. Entonces ideamos en la Federación un plan para que la base de nuestros chicos creciera. Junto conmigo trabajan Jorge Bondarengo, Ariel Bonifato y Cristian Fernández, que están presentes todos los días en la Escuela de la Federación. Hago un trabajo de coach de menores y juveniles. Arranqué viajando a algunos torneos y este año tenía proyectado viajar una vez por mes para armar las escuelitas, y a los torneos en los que participe la Federación. Teníamos un lindo año por delante, pero bueno, todo se complicó. Habrá que esperar que pase esto para ver como continuamos”.
Este año, el misionero, reconocido por su potencia y su apego al trabajo, participó del Abierto del Sur y del Norpatagónico, con idéntico resultado, un puesto 25°. Para un profesional competitivo, que tiene en sus alforjas dos títulos del European Tour, el Madeira Islands Open y el Italian Open, no es fácil estar alejado de los torneos o con la incertidumbre de no poder participar por la falta de apoyo: “Yo quiero y me gusta competir, pero al no tener sponsor juego cuando puedo. Si lo consigo obviamente que vuelvo al ruedo. Quiero seguir compitiendo. Es muy difícil que este año se reanuden los torneos, así que va a depender de muchas cosas. Jugar torneos también me sirve para mi trabajo con los chicos. Si competís y te va bien, se ponen contentos y tu figura como modelo crece. Por lo tanto, si a mí me va bien, a la Escuela también le va a ir mejor”.